La sucesión de personajes que desfilan por cada página en diferentes situaciones, actitudes y apariencias, permite que los primeros lectores aprendan a reconocer imágenes, palabras y vocabulario mientras se desternillan de risa.
El tándem texto-ilustraciones es la clave para que «Uno, dos, tres, ¿qué ves?» se convierta en uno de los libros favoritos de los primeros lectores. La sucesión de personajes que desfilan por sus páginas en diferentes situaciones, actitudes y con distintas apariencias, permite que las niñas y los niños aprendan a reconocer imágenes y palabras. La rima, el ritmo y la musicalidad se mantienen de principio a fin, incluidas la portada y la contraportada. Además del juego fonético, también destaca la estructura, encadenada y fácilmente reconocible: cada conjunto de palabras finaliza con la introducción de un nuevo personaje que da pie a la serie siguiente, y así sucesivamente.